domingo, 21 de diciembre de 2008



A TI

Allí donde no hay espinas
Donde el daño no asfixia...ni hiere;
Donde el amor se hace vida,
Allí es donde te quiero.
Allí donde los besos
Provocan el silencio eterno.
Donde la brisa de tu cuerpo
Me envuelve todo entero,
Allí es donde te quiero.
Allí donde tus manos
Reposan aguardándome en silencio,
Donde tus ojos brillan
Iluminando el interior de mis secretos,
Allí es donde te quiero.
Allí donde no hay reproches,
Donde el amor de Dios
Nos cubre con su manto
Inundando el interior del alma,
Allí es donde te quiero.
Y sé,
y siento
y respiro
Y me maravillo aún más
de este sentimiento,
Pues aquí,
Ahora y siempre,
Antes y después de este momento,
Serás,
Eternamente,
el amor de mi vida.

sábado, 20 de diciembre de 2008



Un ángel llamado Betty

No sé cuántos, pero fueron muchos los días que lloramos con mi esposa, la tristeza de habernos desarraigado y abandonar entre otras cosas, la casa, los estudios, los amigos, y aquel “cocker” canela al que nuestras hijas habían bautizado con el nombre de “ricky”.
La escasez de trabajo y la paralización de las empresas petroleras que aguardaban nuevos vientos de cambio, dejaron el tendal de hogares sin el acostumbrado salario que les permitía luchar a diario en una Argentina azotada por una crisis que los más viejos calificaban como la peor y mucho más, aquellos de General Mosconi; un pueblo del norte de Salta erigido sobre el tan preciado “oro negro” pero signado por la cruel contradicción de ser tan pobre, que ya nadie se atreve a soñar.
Desde allí, nos tocó partir hacía Córdoba, donde nos esperaba al menos una esperanza.
Aceptar quedarnos en un pueblito llamado Obispo Trejo, fue muy difícil; pero sabíamos que Dios nunca nos iba a abandonar fuera o no acertada aquella decisión y creer en esto, fue lo único que nos sostuvo en aquellos días en que nuestras fuerzas y principalmente las mías, parecían no existir, agobiadas por el dolor de haber dejado atrás, todo.
Al principio, sentía que todas las miradas en Trejo, se dirigían hacía nosotros cada vez que salíamos por las calles en busca de algo; pero en realidad es tan pequeño el pueblo, que fue fácil darse cuenta que no éramos de allí.
Mientras pasaban los días y dejábamos atrás los meses, fui conociendo personas de las cuales algunas pasaron a ser amigos. Esto me hacía sentir que comenzaba a recuperar parte de lo que había perdido. Cada habitante me resultaba muy particular a medida que lo conocía, y mucho más a partir de historias que circulaban de boca en boca y que pertenecían a personas del lugar.
Mi afición a las letras y estando en vísperas del día del maestro, me llevó a investigar sobre las escuelas del pueblo y los maestros; y fue así como conocí la historia de doña Betty Cabrera de Gaido, la cual me conmovió hasta las lágrimas, de tal manera, que sin haberla conocido personalmente; guardo en mi corazón la sensación de haber podido estrechar su mano a través del relato emocionado de sus amigos, y de Carlitos, Sandra, Roberto y Gaby: sus hijos.
Su finalidad tanto desde su puesto de docente como de ciudadana de Trejo, fue crecer en el servicio y la ayuda mutua, aprendiendo a entregarse sin reservas hasta tocar el límite de sus propias limitaciones, ya que consideraba que ése, era el camino correcto para aprender a amarnos.
Su gran carisma, dulzura y bondad, formaban parte del motor que la impulsaba a hacer cosas como aquellas, cuando cada mañana antes de ingresar a la escuela donde enseñaba, se filtraba a hurtadillas hasta la panadería que tenía su familia y de una brazada veloz y certera llenaba una bolsa de cuero con los sabrosos criollos(bizcochos) que se encontraban recién horneados sobre las enormes bandejas. Luego, al trote, del mismo modo en que había ingresado, regresaba a tomar el pesado portafolios que había dejado en la entrada; y con esa alegría con que una gallina alimenta a sus polluelos, repartía el pan a sus alumnos, pues entendía que con la pancita vacía, sus chiquitos(como ella los llamaba) no podrían aprender y al fin y al cabo aquellos panes, de alguna manera también eran suyos.
Doña Betty, comprendió entre muchas otras cosas, que la vida y las actitudes de un ser humano debían de ser una escuela de amor, donde podemos ayudarnos a encarnar un verdadero camino de solidaridad y que la sociedad debe ser una gran familia donde aprendamos lo que somos, cuanto valemos y lo que podemos llegar a ser. Será por eso que por las noches, antes de irse a descansar, dejaba en la ventana de la cocina, un plato con comida que llenaba el estómago de un huérfano de todo, que deambulaba por las calles del pueblo y que sabía que allí, durante la noche, en la casa de doña Betty y sobre una ventana de la cocina, le esperaba una alegría: un trozo de pan y un plato de comida.
¿Cuán grande era su corazón? Solo Dios lo sabe, o talvez don Bracamonte, el humilde carbonero del pueblo que luego de dirigirse a su hogar sin haber vendido nada, al pasar frente a la casa de ella, casi ya de noche y con su carro repleto; con alegría aguardaba que su amiga, con una enorme sonrisa le dijera: “Hola negro, pero que suerte que venís ahora, justo no tenía ni un carboncito. Bajame tres bolsas, pero dejámelas aquí nomás, luego las hago llevar al fondo”
El pedirle que las dejara al frente de la casa era un pretexto para que él no advirtiera que en realidad en el fondo, doña Betty tenía apiladas varias bolsas, y aunque sabía que le esperaba la misma pregunta que siempre le hacían los suyos, del por qué había comprado otra vez carbón; ella suspiraba y sonreía. Aquel día, don Bracamonte, también iba a poder llevar la comida para sus hijos.
Durante los fríos días del invierno, aquél carbón se convertía en un gran aliado para doña Betty, ya que no era nada raro verla entrar al aula con un enorme tarro que hacía de brasero con el cual menguaba para sus chiquitos, el frío penetrante que se filtraba a través de los vidrios rotos de las ventanas de la escuela. A ella le dolía también en su carne, el rigor del frío sobre los tiernos cuerpecitos de sus alumnos y si hubiera podido abrazarlos a todos juntos como lo hace una gallina a sus crías, seguramente lo hubiera hecho. Tal vez el calor de aquellas brasas, representaba la extensión mágica de sus brazos.
Es que ella interpretó que la sociedad es una gran familia donde aprendemos a jugar y a trabajar, a reír y a llorar, a pelearnos y a perdonarnos, a ser pacientes, a gozar y a sufrir, a hacernos servidores los unos de los otros y a hacernos solidarios con las necesidades de nuestros hermanos. Esto lo tenía bien arraigado en su ser y eran las buenas costumbres que tanto ella como su esposo habían aprendido a compartir durante toda una vida juntos. Compartir como el pan casero que hacía con el pretexto de salvarse de la hiperinflación y que al final de quince unidades amasadas, trece, seguro que regalaba a los amigos y a los necesitados. Parece increíble pero ella era así y nada parecía detenerla.
Es por eso que aún estando enferma de cáncer y casi sin poder caminar, un invierno, mientras caía una fuerte helada, se las ingenió para llegarse casi a media noche hasta la casa de su amiga “Chola”. Llevaba consigo una esperanza, una información para que Chola pudiera conseguir un respirador que necesitaba su hermano que estaba en grave estado por una afección al corazón.
Un mes más tarde, con la resignación y comprensión que solo tienen los santos, interpretando que la muerte es parte de la vida; doña Betty se entregaba mansamente a los brazos de Dios.
Ella ya no está, pero están sus fotos, sus hijos, sus amigos y el hermoso recuerdo de haberla tenido aquí, en este pueblito del norte de Córdoba, donde hoy me toca vivir con mi mujer, mis tres hijas y donde aprendí que los ángeles existen, y aunque no los podamos ver, están aquí, caminando entre la gente.

miércoles, 17 de diciembre de 2008



MUJER


Llevo tu recuerdo
en mi memoria,
como cada palabra desprendida
de tus labios.
Eres mi realidad,
y mi sueño proyectado;
reina de mi vida que me vuelve esclavo.
Llevo tu recuerdo
en mi corazón prendido,
y un estandarte de fuego
con tu rostro gravado;
hasta en las últimas fibras de mi alma
has querido dejar
la marca de tu nombre perpetuado.
Porque estás viviendo
en cada espacio de mi ser,
taladrando cada parte
de mi mente.
Eres el futuro
transitando en mi presente.
Por tu pudor bendito
te llaman ¡MUJER !...

QUIERO

Quiero tomarte entre mis manos


como un torrente de agua fresca.


Empaparme de ti.


Saciarme de ti.


Quedarme en ti...


...y tu conmigo.-

VOLVER A NACER


Este, mi andar
Desorientado,
Que agudiza los caminos
Y lacera burlón
La seguridad que tanto ansío,
Me lleva por laberintos
Sin cielos,
Por noches sin estrellas,
Por bocas de bestias hambrientas
Que mastican
Sin piedad,
La gastada filosofía de mi existencia.
Me sepulta
En la hojarasca gris
De algún otoño
Desorbitado
Del tiempo:
Talvez allí
Se quedará vagando
La cronología exigua
De mi cuerpo,
Y en el frío vientre
De mi abismo,
Comenzará a gestarse
La tibia imagen de otra vida,
Que habrá sorteado,Los tensos hilos de la muerte

viernes, 12 de diciembre de 2008



QUÉDATE, SIÉNTEME


¡Quédate En silencio!…
¡No me digas nada!
Deja que el mar de mis manos
Recorra la extensión de tu cuerpo,
Y bañe con mi sal
La plenitud de tu sexo.
¡Quiero sentirte mía,
Y conquistarte en cada beso!
Como bestia en celo
Rendirme a tus pies
Sin palabras,
Sin complejos.
¡Gozarte como ayer,
Aunque haya pasado el tiempo!

¡Quédate En silencio!…
¡No me digas nada!
Déjate llevar
Como a las olas del mar
Las lleva el viento,
y aunque flores blancas
visiten hoy mi pelo,
y líneas en mi cuerpo
adviertan que a pasado el tiempo:
Aún no a muerto en mi
Aquel bendito sentimiento
que me hace volver a ti.

¡Quédate En silencio!…
¡No me digas nada!...
¡Y SIÉNTEME,
COMO YO TE SIENTO!...

martes, 9 de diciembre de 2008


ESTA NOCHE


Esta noche quisiera,
Conjurar mil palabras de amor
Desde la “A” hasta la “Z”
Y desde el norte hasta el sur
En un cortejo de besos y caricias,
Volcarlas sobre tu cuerpo
Desnudo,
Para beber la vida
Que me da tu amor.
Yo anidaré entre tus brazos
Y me haré
Tu esclavo,
Tu rey,
Tu señor…
Y no habrá caricia,
Y no habrá ternura,
En la que no esté presente yo.
Esta noche
Podré mirarte a los ojos,
Tomarte de las manos
Para decirte: ¡Amor!
Me haré sencillo,
Manso a tus caprichos,
Abierto a tus reclamos.
Deslizaré mis labios
Por los tuyos
En el ritual eterno
De un beso enamorado
“ME BEBERÉ TU ALIENTO”
Y a los cuatro vientos
Romperé
El silencio nocturno
Para gritarle al mundo
Que te amo...
TRISTEZA


Esta tristeza transparente
que fluye por mis ojos
y me humedece el alma,
habla de tu ausencia
y de esta soledad perenne
que oscila multiforme
entre los gritos y silencios
que mi corazón
al viento lanza.
Fatiga de amarguras,
con horas extraviadas y el ánimo vencido.
Dolor que no vacila,
Soledad que me lastima.
La muerte del amor me redescubre
y otra vez me doy cuenta,
que irremediablemente he perdido.-

domingo, 7 de diciembre de 2008


ME HAS GANADO LA BATALLA


Ya casi me acostumbro a ti.
Al gesto amargo de tu indiferencia.
Y aunque no eres nada,
lo eres todo:
Vacío,
pena,
llanto,
Hiriente daga
Con que partes en dos mi alma.
Permaneces ahí,
inmóvil,
Pero ni bien camino:
ahí estas detrás de mi,
Como una sombra cruel,
Como un fantasma burlón.
Si miro el cielo de la noche estrellada,
Un dejo de tristezas me friegas en la cara,
Y un pensamiento que roba suspiros
de melancolía
Formando cortejos de hastío,
Cadenas de silencio,
De Caricias abortadas
Y lágrimas no paridas,
Porque de nuevo la nada
Y tú “ SOLEDAD”…
Un día más
Me han ganado la batalla.

MALOS PENSAMIENTOS


Golpe tras golpe
Siento el retumbar
“de esos,”
los que me lastiman a diario.
los que torturan mis noches.
y mastican sin piedad mi alma.
Quisiera que no estuvieran aquí,
que no existieran,
que solo fueran la pesadilla cruel
de una noche triste y sin fin.
Que jamás hubieran nacido en mí,
ni que la sombra gris de su figura
me envolviese como lo hicieron
los brazos de aquella que tanto ame.
Sus besos,
sus manos,
sus palabras
Todo su ser
Atrapándome en violentos remolinos de fuego
Quemando mi carne y mi alma.
Quisiera que nunca hubieran nacido en mí
que la sombra de su imagen que tortura,
fuera tan solo un mal sueño
y no lo que maldigo a cada instante:

¡Malos pensamientos!

DICIEMBRE

Llegas Diciembre
Con tu nostalgia gris a cuestas,
Y las temidas siestas de un verano
Que lastima la piel
Con un sol que arde
Como la tristeza absurda
Que abrasa hoy mi alma.

Lo que yo tanto amaba,
Se me fue,
escapó de mis manos,
sin que yo me diera cuenta
cómo ni por qué.

¡No importa!
¿O debiera importar?...

...!Pero es que llegas con tu nostalgia a cuestas,
Y dejas en mi
Un rocío de penas
humedeciendo el cristal de mi alma!
Y ya me estoy cansando de sufrir,
De saber que nunca comprenderán
Cuanto amé,
De saber que hay noches
En que mirando el infinito del cielo
Le pregunto a Dios:
si tengo aún
a alguien que me ame.


AMIGO

Con la misma humildad
Y el mismo tesón
Que tiene el hornero,
Te miro trabajar
la vida,
y remontas en tus alas
la pasión,
la alegría,
la sencillez,
como la sencillez pura del barro
Conque amasas
tus sueños.
Y es tu voz,
Tu esencia,
Tu mirada,
Coraza de acero
donde apoyo mis miedos,
fuerte roca,
cimiento perfecto
levantando la pared de mis sueños.
Y amasas
y vuelves a amasar con tu corazón, amigo mío,
El amor,
La amistad,
La esperanza
Y la vida misma que llevas
Y entregas en seguro vuelo.

LA CALLE


A veces me detengo en tu cemento,
O en tu tierra
Que tiene
Un, no se qué
De mil paseos,
De mil huellas que van y vienen
Y se empecinan en formar
Filas imperfectas.
Por tu anciana figura
Transité más de una vez,
Sin rumbo,
Desafiante,
Dueño de la noche,
Viento y sombra:
Rodé hecho lamento por tu acera.
Hoy que me a pasado el tiempo
te miro…
Suspiro…
¡Quién pudiera renovarse
En cada hoja…
Como tus árboles…

viernes, 5 de diciembre de 2008




DESPEDIDA

Salí del pueblo
Donde la había conocido unos años atrás,
Y quise abrazarla fuerte,
Besarla como nunca,
Decirle que la amaba;
Pero el tiempo fue cruel,
Y me quedé solo con todas esas ganas,
Hecho añicos mi amor
En aquella despedida.
Unas lágrimas en sus ojos me dijeron adiós,
Y a través del cristal
De aquel autobús que me alejaba,
Balbuceé un ¡te amo!...desesperado...
Se me partió el corazón en dos.
Ahora voy por este camino
Que me lleva a no sé que destino
Y en mi mente,
El recuerdo de sus ojos
No me deja encontrar la paz.
Porque como nunca antes,
Su mirada,
Parecía decirme “yo también te amé”,
Pero ya no.
A pesar de todo,
Aunque vea pisoteado mi orgullo,
Y mil voces a mis espaldas
Repitan una y otra vez que no.
Prefiero morir en mi intento
Y aunque me aplaste el universo,
Valdrá la pena mi lucha,
¡VOY A RECUPERAR SU AMOR!

jueves, 4 de diciembre de 2008



VANAS ILUSIONES


Aquí, en mi soledad,
Tu voz resuena en mi memoria,
Y me vuelvo más tuyo todavía
Cuando recuerdo tibio
El costado izquierdo de la cama,
Y sobre mi cuerpo,
Tus manos curiosas
Deslizándose hacia el sur,
Las yemas de tus dedos
Regalándome placer.
Esta ausencia tuya
Te magnifica,
Te vuelve imprescindible
Al calor sobre mi piel.
Y Mientras:
La noche avanza,
Se reseca mi garganta
Y el corazón bate sus alas
Con estruendo de metralla.
¡Ay …si tan solo pudiera mirarte
Tomarte de las manos
Y hacerte mía en esta noche,
Que rompe sueños azulados!...
Cierro mis ojos
Y me pierdo en tu mirada.
Mientras me gasto el tiempo
Flotando en vanas ilusiones,
Y deseos,
De estar de nuevo a tu lado.-

miércoles, 3 de diciembre de 2008




EN ESTA TARDE


En esta tarde de silencios,
de duendes huidizos
y melancolía;
regresas de la nada hasta mis sueños,
...y me lastimas,
sin piedad,
con tu recuerdo...-



TU CRUZ Y MI CRUZ

Hoy llegué hasta tu puerta
como otras tantas veces
queriendo acercarme al lugar
donde clavado te encuentras.

Intenté atravesarla
empujando sus paredes frías,
su silueta muerta...
más la encontré cerrada,
por obra de un extraño
que no sabe de mi angustia
ni de esta necesidad de verte
y de estar a solas contigo,
(aunque sea por un instante)
para hablarte y llorar en silencio
las miserias de mi alma.

Levanté mis ojos al cielo
pretendiendo descubrirte
en una nube blanca,
o en el brillo de un rayo de sol.
Pero todo fue inútil
¡A pesar de que creo en vos!

Eché mi pena a la espalda,
me bebí mi llanto,
y me marché en silencio
sin poder entrar a tu casa
y entregarte mis penas...DIOS…

martes, 2 de diciembre de 2008



PORQUE YO TE AMÉ


Voy a despojarme
de este miedo de perderte
y de esta amarga pena
de tenerte siempre a medias.
Entonces,
se esfumará el hastío
y esta ambigüedad intrusa
que danza corrosiva
por los muros de mi alma.
Sepultaré deseos,
envueltos en poesía,
cubiertos de silencio;
y quemaré el fantasma de las fotos
que atesoran mil recuerdos...
Me armaré de coraje, coraza y espada
para vencerte en mis sueños,
y en cada pensamiento
cuando vuelvas de la nada.
Te haré invisible a mis ojos,
ajena a mi piel,
imperceptible a mis anhelos.
Serás viento, trueno, centella...
...tormentas de olvido
desatándose en mi sexo,
y en la intimidad silente de mi alma,
a cada instante de mi vida,
recordaré
los años que me amaste,
y los que yo te amé.
Porque Yo te amé.
Como un loco, tal vez; pero te amé.
Aún sabiendo que alguna vez te perdería,
desafié al destino,
Y te amé.
Pero aunque el mudo llanto de mi corazón
se niegue a decirte adiós,
y aunque siga en mi sangre
el gusto eterno de tu sangre;
le daré muerte a este sentimiento
que me hiere,
y a la absurda fantasía de creer
que fuiste:
Aquel gran amor con el que alguna vez soñé.-

lunes, 1 de diciembre de 2008



ASI, LO SIENTO



Ya eres parte de mi vida,
dueña de mi corazón
y dueña de mi alma,
eres luz en mis retinas,
agua fresca que me calma.
Hoy transitas en mi ser
Merodeando en cada espacio de mi mente,
como los recuerdos más bellos de mi infancia
eres toda ternura,
toda fragancia
que me inunda el cuerpo
y me da confianza.
Así me amarro a este sentimiento
que nunca morirá: presiento
que vivirá por siempre,
mas allá del tiempo y la distancia.
Porque te amo con un sentimiento puro,
casi perfecto.
Con una obsesión que sobrepasa toda barrera,
todo intelecto.
Te amo con la necesidad bendita
de permanecer esclavo de tu cuerpo;
marginando toda mentira,
arraigado a lo cierto.
Te amo porque he descubierto
que solo a tu lado me siento vivo;
porque te siento mía,
como la misma sangre que llevo dentro.
Te amo...
y no alcanzarían todas las palabras
para expresar lo que siento.
Te amo desde aquel momento
en que posaste tu boca en mi boca
y me enseñaste que podía volver a amar...
¡ ASí LO SIENTO !